5 de marzo de 2015

Mi querida Amsterdam

El pasado Octubre, cuando el otoño empezaba a hacerse hueco regresé, una vez más, a mi querida Amsterdam. En el primer post de este año os lo comentaba de refilón, no había tenido tiempo para pasarme tanto como me gustaría por este sofá para hablar e intenté resumir mis últimos e intensos meses del 2014. 
Ahora, con más de calma esparciré por el sofá algunas fotos del viaje, compartiendo con vosotros unos de los momentos de esta última escapada en soledad a una de mis ciudades prefieras, por no decir mi ciudad preferida. Amsterdam tiene algo tremendamente especial para mi. La primera vez que llegué la recuerdo como si fuese ayer mismo: llegué con un amigo a la estación central, estaba anocheciendo en un día de mediados de Julio. Estábamos rodeados de bicis, tranvías y arquitectura tan pintoresca como la de Amsterdam. Y le dije: "No sé porqué pero aquí volveré muchas veces". Y así fue, al año siguiente, y al otro, y al otro, y al otro... Y siempre tengo ganas de volver. 
Applee pie del Café Winkel, en la plaza de Noordermarkt. En el barrio del Joordan. Mi favorito. Los sábados hay un mercado de agricultores locales en los que encontraréis todo tipo de víveres de una calidad suprema. Leche, quesos, miel, frutas, verduras, flores, tartas caseras... Fue el dueño del Winkel quién comenzó la tradición, montando nueve puestos de comida biológica en el año 1987, con la idea de atraer más gente los sábados por la mañana. Hay mucho y muy buen ambiente. 
Entrando por esta puerta encontramos en su interior el patio de Raepenhofje, creado en 1648 por un judío para damas protestantes. En Amsterdam hay muchos "hofjes", grupos de casas con un patio interior destinados a los más necesitados, o en el que vivían mujeres solteras o viudas dedicadas a la oración y a las obras de caridad. Begijnhof es uno de los patios más famosos, data del 1460 y está en pleno centro. Hay otros como este, menos famosos pero no con menos encanto. En estos lugares parece que el tiempo se ha detenido. 
Aquí, en uno de los cafés de las Nueve Calles viendo el tiempo pasar. Quizás, unas de las calles más bonitas del mundo que acogen a unos paseando, a otros en bici, para ofrecer tiendas especializadas, vintage, diseño, cafés magníficos y acogedores. Y es que estas calles son pintorescas, auténticas y con un tremendo encanto. Un lugar del que no quiero irme nunca.
Quesos y pan con semillas. Goodies es uno de esos locales en las Nueve Calles en el que a cualquier hora os acogerán con buen ambiente para tomar algo delicioso. 
En esta esquina está uno de los lugares a los que siempre voy cuando estoy en Amsterdam. Small World es un lugar con nulo atractivo en un local pequeño, pero el agradable servicio, sus deliciosos bocadillos, su quiche, sus tartas, sus zumos naturales... Imposible no rendirse a sus encantos. Si hace buen día, su terraza es una alternativa acertadísima. La imagen con  esta bella dama en bicicleta me pareció que tenía que traerla hasta este sofá sí o sí. Era la elegancia paseando en bicicleta.

En bici por delante del museo de arte moderno Stedelijk mientras caía la noche. Cercanos están también el Rijksmuseum, el museo Van Gogh y el Concertgebouw, por la parte trasera. 
Una casa cualquiera, en una calle cualquiera. ¿Qué importa dónde exactamente? No hay cortinas en casi ninguna casa, dejando el mensaje implícito de que aquí no hay nada que esconder. Y como todo queda abierto quizás por eso nadie curiosea. Así los encuentras cuando termina el día: preparando la cena, leyendo, tocando el saxo, escribiendo, tomando una copa de vino, compartiendo el final del día con alguien... Ahora sí, las casas toman vida y se convierten en hogar. Entonces todo cambia... para mucho mejor.  

Es difícil, como decía, explicar todo lo que aúna Amsterdam y además lo que significa para mi. Pero yo me quedaría con la palabra paz. Es calma, silencio, acogimiento. Es sorprendente ver como estás paseando por una de las calles que supuestamente pertenecen al centro, y encontrarte solo, en completo silencio, abrazado por una sensación de paz. Amsterdam es eso para mi, además de  comer tranquilamente, de pasear en bici con el aire en la cara. Amsterdam es escuchar a Madeleine Peyroux con la ventana abierta que da al patio trasero de la casa. Amsterdam es   mercado, té frío y pastel de manzana en la terraza disfrutando del ambiente. Es vintage y el último diseño casando a la perfección. Es pasear, es parar porque sí, es inspiración, sonrisas, sueños que no despiertan. Amsterdam es sentirme en casa. Es energía de la buena buenísima. 


Y ahora, a soñar despiertos. 


Y para ti... ¿Qué es Amsterdam? ¿Cual es para ti esa ciudad que ocupa un lugar especial?

9 comentarios:

  1. Me ha encantado tu post. Me encanta Amsterdam, pienso como tu, es una ciudad super especial. Mi marido es holandés y desde la primera vez que fuí me sentí como en casa. Nosotros volvemos en Mayo, vamos a estar 15 días. Seguro que me pasaré por alguno de los locales que has comentado. Muchos besos guapa.

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  2. Gracias Misislau :) Siii, verdad? es súper-especial este lugar. Siiii, pásate y me cuentas a ver qué te han parecido. Hay tiendecitas taaaaan bonitas que dan ganas de traérselo todo :)
    Muuua guapa!

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  3. Hola. me gustó conocer Amsterdam gracias a tus fotos. Ya veo que es una ciudad que te tiene atrapada. En mi caso sería Paris. Acabo de descubrir tu blog y me gusta mucho la variedad de temas que tratas. En este momento he creado un blog dedicado a los jóvenes y al uso que hacen de las nuevas tecnologías. Te invito a visitarlo: http://cativodixital.blogspot.com.es/ Si quieres seguimos en contacto. Yo ya me hice seguidora de tu blog.

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    1. Siiii, totalmente atrapada, no me puede gustar más :) Gracias por visitarme y por quedarte por aquí. Claro que sí, tengo pendiente una visita a tu blog, ahí voy.
      Besos guapa!

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  4. Tengo pendiente desde hace mucho conocer Amsterdam (creo que te lo he comentado varias veces, jeje) Las fotos son preciosas, y realmente como dices, se percibe ya en ellas algo que atrapa. Ojalá pronto tenga ocasión de verlo con mis propios ojos... pues intuyo que también me encantará. Organizamos una escapadita en primavera-verano?? Ohhh, y lleno de tulipanes que deberá estar!! Qué hermosura! jeje.. Muaa guapa! ;)

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    1. Siiii, me lo habías comentado, jeje. Claro, primavera lleno de tulipanes, yo bien que me iba y sin protestar nada de nada, jeje.
      Muua guapa!

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  5. Da gusto recordar ciudades de tu mano, solo con como lo cuentas una se hace una pequeña idea de lo que es.
    Apuntaré Amsterdam para visitarla algún día :)


    Por cierto, te informo de que me cambio de blog, por si quieres seguirme en el nuevo. http://unteconaran.blogspot.com.es/

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    1. Gracias guapa! me alegro mucho que te haya gustado y tenerte de nuevo por aquí. Por supuesto, así estamos en contacto :)
      Besos!!

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  6. Cuantas ganas de viajar a Amsterdam!!!! Tengo muchas ciudades que me atraparon... Estambul, El Cairo, Paris y una que me duele mucho ver como la destruyen Damasco.

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Cuenta lo que quieras, recuerda que esto es "un sofá para hablar"...

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