27 de marzo de 2014

Shopping in London

Algunas de mis compras en Londres... 
Me las he traído en mi última escapada a Londres. Redondas, de montura fina y dorada, patilla de carey claro. Unas Moschino vintage encontradas en Frenchologie, una tienda en la zona de Covent Garden que cuenta con ropa, accesorios, libros, productos delicatessen, artículos para el hogar, perfumes... Pero todo, absolutamente todo, con esencia del estilo afrancesado.
Un colgante de Tatty Devine, lo compré en la tienda de Brick Lane y lleva como mensaje algo muy acertado en este viaje sola: You talkin´to me? Porque eso de viajar solos a los que nos gusta tanto dialogar... Vamos señores, cualquier momento es bueno para entablar conversación, jeje.
Mi borsalino londinense está deseando salir a ver el sol español. Lo he comprado en una de las míticas charity shops que tanto gustan a los londinenses (y a los que allí viven). Tiendas de segunda mano que venden objetos donados y en la que todos los beneficios van al fin declarado por la organización. No podía faltar una parada en la tienda Paperchase de Islington. Una enorme papelería de la que me hubiese traído de todo, entre mis autoregalos esta libreta llena de flores.

¿Algún lugar/tienda al que siempre vas en tus visitas a Londres? 

22 de marzo de 2014

Día de la felicidad

Este jueves ha sido el día internacional de la felicidad, y ha coincidido con la entrada de la primavera. Para mi de alguna forma están enlazados, esta estación con todo lo que conlleva, me trae felicidad. Por todas partes hablaban de la felicidad. Y me he quedado pensando en mis propias bases para llegar a ella. Reflexionando en cómo yo soy feliz, y en cómo a veces la vida es mucho más fácil de lo que nosotros pensamos. 
-Primer mandamiento:Estemos atentos a lo importante. Prestar atención a lo que de verdad nos gusta, a quiénes de verdad amamos y a lo que nos hace disfrutar. Y a pesar de los días malos, que seguro los habrá, que el optimismo no muera. Sigamos con la atención puesta en lo importante porque todavía hay muchas cosas que suman. 
- Saber cerrar frentes, para dedicarnos de lleno a algo no podemos estar dispersos en otros temas que nos quitarán tiempo y energía.
- Un objetivo. Sin saber a dónde queremos llegar, será imposible llegar. Ambiciosos pero también conscientes. Si hay demasiadas variables que se escapan de nuestro control estamos dejando nuestros objetivos en otras manos, por lo que quizás no lleguemos y entonces lo que llegará será la frustración. 
- Y si nos equivocamos, ¿qué ocurrirá? que habremos aprendido y tendremos la experiencia, la que forma nuestra propia vida escrita por nosotros. Quizás haya momentos en los que no estuvimos acertados pero... perdónate. Deja de juzgar a tu yo pasado, si en ese momento actuaste de esa forma sería por algo, y sobretodo, ni tú ni nadie podrá cambiarlo. Avanzar, significa dejar atrás lo que pertenece atrás.
- Los pequeños placeres. Esos pequeños momentos. Un buen baño tras un día cansado; dormir en nuestra cama recién hecha con sábanas limpias; pasear por la playa, compartir tiempo con los que queremos, etc, etc, etc... ¿Acaso esto no es felicidad? Más disfrutar y menos dejar de buscar la perfección. En la imperfección está la perfección.
- Gracias, gracias, gracias. Ser agradecido siempre. 
- Hay que saber lo que nos hace infelices, identificarlo, ponerle palabra, y sacarlo fuera. Pero sobretodo actuar para que todo ello pueda cambiar.
- No escapar de los grandes retos, a veces por grandes nos dan miedo y eso lleva a que los evitemos. Pero a los retos, o problemas, según se vean, hay que mirarles a los ojos. Mira al miedo y dile: "Ven aquí, a ver si eres tan grande como yo te veo". Y verás que es muuucho más pequeñito de lo que lo hacías.
- Si algo te hace infeliz... fuera cuanto antes. Y aunque hay cosas que no nos gusten en nuestro día a día, sólo aquellas que sean inviables de hacer desaparecer vamos a tomarlas con la mayor motivación y buen humor. La felicidad es cuestión de actitud.

Y para ti, ¿cuáles son los pilares de la felicidad?

20 de marzo de 2014

La naturaleza cura

Desde hace más o menos un mes estoy muy en contacto con la naturaleza. Aprovechando que el invierno feroz que pasamos se  apagó, que el sol empezó a salir poco a poco, que los días se han ido estirando... Dedico cada momento libre para evadirme y renovarme en algo tan simple y tan complejo a la vez como es la naturaleza. Y sí, la naturaleza cura. Si siempre lo había creído, ahora lo siento en mi propio cuerpo una vez más. 



Los paseos por el campo sin ningún sonido más que las hojas con el viento y pájaros libres. El mar, siempre relajante para mi. Concentrarse en los pies y sentir la arena; quedarse obnubilada entre ola que va y ola que viene; la brisa jugando con mi pelo. Como si de repente se transformase toda la energía que llevamos dentro. Sentir el sol sobre la piel. Oler esa mezcla de árboles, plantas, flores, hierba... Y no hay nadie. Esta soledad tan placentera rejuvenece. Llega la primavera y la recibo con los brazos abiertos y las energías renovadas. 
Y vosotros, ¿disfrutáis de la naturaleza?¿os sirve también de cura?

14 de marzo de 2014

Hogar, dulce hogar

Hogar, dulce hogar... Siempre he creído que cada casa era un mundo aparte, que cada uno de esos pequeños mundos tenía la huella de quién lo habitaba. En mi época de estudiante, viviendo en diferentes casas, siempre intentaba darles mi esencia. Necesitaba sentir que volvía a la guarida cuando terminaba el día, o cuando simplemente me apetecía estar. Existir sin más en mi hábitat. Y es que no hay peor sensación que sentirse incómodo en tu propia casa. 
Mi casa mira al sureste. Es la luz entrando por la ventana. Las flores, las plantas aromáticas que miran por la ventana. Es lo neutro con toques de color, y el color vivo con toques neutros. Es el olor a tarta de queso salida del horno. Una copa de vino para brindar porque ha sido un gran día. Es llegar, sacarse los zapatos y caminar descalza. Madera, alfombras. Una tarde bajo la manta en el sofá mientras azota la lluvia en la ventana. Son las sábanas limpias en una cama recién hecha. Mi bola del mundo dando luz. Son todos mis libros acomodándose por cada rincón, desde el salón a la habitación. Son las sobremesas con los que más quiero. Son las velas encendidas y dando olor, además de luz. Es un buen baño escuchando jazz. Es una siesta un domingo. Algo traído de un viaje, algo de un rastro. Olor a café, señal de que me visitan (no bebo café). Una tele apagada. Mi propio mundo. 


Bienvenidos. Siéntanse como en casa.

¿Tu casa también habla de ti?¿Qué destacarías de tu mundo particular? 

10 de marzo de 2014

Amor en portugués

Esta semana una de mis burbujas en el palco de honor me ha regalado esta baldosa hidráulica, de esos regalos porque sí y de esas cosas que me gustan, también, porque sí. Me ha inspirado y  me han venido recuerdos de Lisboa. Olían a verano, sonaban los tranvías por las calles empinadas de Alfama, tenían toda la vida que danza por el barrio de Chiado, y de fondo había una voz que cantaba bajito un fado de esos que intentan aliviar el alma. Me encontré un texto que habla del amor, el eterno tema pero en pocas frases. Y no, no voy a traducirlo porque entonces perdería su verdadera esencia. No importa no entender todas las palabras, algunas no tienen traducción literal y es eso lo que las hace realmente bellas. Como cafuné, adoro esa palabra y su significado: el gesto de peinar a alguien suavemente con los dedos, entre caricia y arrullo. Esto es la riqueza de la lengua es su pleno esplendor, con sus palabras propias moldeadas con el tiempo, por sus gentes y su cultura. Tan sólo hay que leer/escuchar y dejarse sentir, los sonidos de las palabras a veces dicen ya su significado, y el portugués es una de esas lenguas que expresan mucho mientras parece que cantan... 
«Sobre o amor? Amor é não querer desligar-se nunca do abraço. É sentir saudade todos os dias. Rir de chorar. É alertar, preocupar. É dividir o cobertor ou um pedaço do sofá pequeno. É esquentar a mão, fazer cafuné, dormir no colo um do outro. Amor é saber esperar, esperar esper… É não se saber explicar. Sentir medo, ser cúmplice, ter coragem. É sair de casa a meio da noite e encontrar-se escondido. É sonhar a semana toda com o fim de semana e o mesmo cheiro, o mesmo abraço, o mesmo beijo. É dar gargalhadas, colocar de castigo, estalar os dedos um do outro, mesmo sabendo que isso vai doer. É provocar, morder a bochecha e lamber o nariz. É fazer cara de nojo, chantagem. É agradar. Não ter medidas. É ter alguém, um amigo, um fonte, uma força.» 

Digamos que tengo saudade de Lisboa, y tampoco hay traducción exacta para la palabra, pero es quizás el vivo ejemplo en el que el sonido y la textura evocan todos los sentimientos que agolpan estas siete letras.


¿Os ha gustado?¿Algún amante de Lisboa, del fado, de los suelos hidráulicos... o de todo a la vez?

Boa semana:)

4 de marzo de 2014

Inspiraciones compartidas: Agustina Guerrero

Hace tiempo que no traigo inspiraciones compartidas, sin embargo tengo una larga lista de cosas, personas, sabores, lugares... para ser compartidos aquí, porque sin duda a mi me han inspirado. Hoy traigo a una diseñadora gráfica argentina. No le pierdan ojo. 
Se llama Agustina Guerrero, tiene treinta y un años... No, mejor traeré literalmente su propia descripción: 
"Me llamo Agustina Guerrero soy diseñadora gráfica e Ilustradora, nací hace 31 añazos en Chacabuco, un pueblo argentino, vivo en una ciudad española y trabajo para que personas de cualquier parte del mundo conozcan mi arte. Cuando alguien me pregunta de qué vivo, a veces, lo explico haciendo dibujitos"
La encontré por casualidad porque mi gusto por la ilustración me lleva a buscar nuevos artistas. Mi adoración por Maitena desde que era pequeña y sacaba aquellas tiras en la revista Cosmopolitan; sí, esa misma que yo leía cuando tenía ocho años junto a una de mis burbujas. Todo aquello me llevó a seguirla desde hace años y a encontrarme con artistas afines. (Sí, lo sé, debo un post sobre Maitena. No pasa de este mes. Palabrita de Estrógena)
Sus ilustraciones acercan el buen humor, el optimismo como bandera, la vida misma con su ironía. "Diario de una volátil" es una de sus obras en la que esta chica vestida de camiseta a rayas, moño y unos aros como pendientes, nos acerca sus pensamientos y vivencias en las que seguro os encontraréis reflejadas. Conseguirá dejaros la sonrisa puesta. Y para colofón, el próximo día 20 de Marzo, con el inicio de la primavera, sale publicado su libro en la que estarán todas las historias de esta Volátil. Lo quiero!! :)

¿La conocíais? ¿Qué os ha parecido?  

1 de marzo de 2014

Se va...

Se va Febrero, el mío y el tuyo. Nuestro Febrero, que a pesar de ser uno para todos, ha sido uno para cada uno. Se va con su llegada que trajo un "cerrado por vacaciones"; se va con mis días en Londres y mis paseos por una de las ciudades que tanto me gusta. Se va con descubrimientos de mascarillas naturales que limpian piel y alma. Febrero se lleva las noches sin dormir, la tensión y el desconcierto, pero también el alivio y la paz que uno siente cuando vacía la mochila tras un pesado recorrido. Se va con ese sosiego que dejan el deber cumplido y el toque de queda para dejarse llevar: al sueño o al baile, pero dejarse llevar. Febrero se marcha con felicitaciones de cumpleaños, entre ellas, una a alguien que a pesar de cumplir ochenta años atesora una gran vitalidad. Me deja con las ansias de envejecer así; y con sus manos y su sonrisa en mi mente. Las manos son un punto al que, inconscientemente, presto mucha atención. Creo que podrán pasar años, y años, y años, y recordaré a la perfección sus manos; las mismas que me cogían al regazo, las que me acariciaban la frente, o las que ahora agarran las mías y me siguen trasmitiendo el mismo calor. El mismo cariño. Febrero se va y me deja caminando sobre neones, con camelias que florecen, y con sudaderas de pinceladas fosforitas que nos dicen que nosotros y la primavera vamos al encuentro por mucho que el viento sople. Febrero me deja compartiendo comidas y brindis en buena compañía; descubriendo que los días se estiran, que la luz parece ser una necesidad grabada en mi nombre y se vuelve alimento al ánimo. Febrero se va disfrazado de ataúd de los malos tiempos. Febrero me deja paseando por la playa mientras el sol va a ponerse guapo para recibir a Marzo.  




 Y esto ha venido a imprimir unas huellas más, unas cuántas experiencias más que hacen que tú seas tú y yo sea yo. Porque la vida está para vivirla, no sólo para estar vivo. 

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